¿Cómo están viviendo las escuelas y los docentes la pandemia?
Durante los últimos 2 años se han vivido el mayor número de transformaciones en la vida cotidiana de las personas. Trabajar desde casa fue el inicio del reto para muchos docentes que sin previo aviso tuvieron que empezar a impartir sus clases desde sus hogares con la llegada de la pandemia y el COVID 19 en marzo de 2020.
Según el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) en México más de 30 millones de alumnos dejaron de asistir a los colegios y centros escolares donde se impartían clases presenciales. Un gran número de estos alumnos no contaba con las herramientas necesarias para conectarse desde sus hogares lo cual impactó en la deserción escolar.
Muchos de los docentes no estaban preparados y no fue más que un “Mañana iniciamos clases remotas” cuando se aventuraron a explorar las tecnologías existentes. De un día a otro se iniciaron clases en línea, por Zoom, Google Meet o cualquier otra herramienta que estuviera en boca de los demás para buscar conectarse con los estudiantes. Esto empeoró el ritmo de trabajo del docente al aumentar la disponibilidad a estar siempre en línea.
|"Nuestras escuelas y los docentes no estaban preparados"
El burnout (totalmente quemado, en su traducción informal) es un estado emocional, físico y mental de agotamiento causado por exceso y prolongado estrés. Uno de los primeros síntomas es el cansancio físico que después de algunos días puede traer problemas de ansiedad y pérdida de energía.
El síndrome de Burnout está afectando a los docentes pues el estar siempre disponible para la comunidad de alumnos y administrativos es algo que se da por hecho y nunca se piensa en la necesidad de desconexión durante algún momento del día para los docentes.
En la mayoría de los casos los docentes no conocen formas de manejar esta nueva modalidad de trabajo y muchos de ellos se han visto afectados, tomando horas extras en el seguimiento a sus alumnos, dedicando más horas aprendiendo a utilizar las nuevas herramientas y el no saber cómo desconectarse afecta su rendimiento y sus relaciones personales.
En las escuelas existen sistemas que ayudan con el control de los alumnos, y el registro de sus datos históricos, sin embargo la mayoría de estas herramientas son obsoletas, no cuentan con la información actualizada y no están conectadas a internet. Aún cuando existen miles de registros guardados en esos sistemas, es un reto para las instituciones y para los docentes contar con una plataforma capaz de juntar a alumnos y docentes en clases remotas. Una gran oportunidad para pensar en modernizar a soluciones en el mercado fáciles de utilizar y que cuentan con la capacidad de manejar estos cambios.
Si deseas comprender más acerca de este efecto te compartimos estos dos artículos muy interesantes al respecto con el fin de saber como poder evitarlo y manejarlo: